La Maga: Los músicos jóvenes de jazz se reparten entre la fusión y el dixieland

Juan Pollo Raffo tiene sus ideas bastante claras acerca del jazz de aquí y ahora. Comenzó estudiando clásico, a los 14 formó su primer grupo de rock y poco tiempo después se inicio en el jazz tradicional con la Banda del Colegio Ward, aunque no le entusiasmaba el dixieland. […]

por Carlos Inzillo

Juan Pollo Raffo tiene sus ideas bastante claras acerca del jazz de aquí y ahora. Comenzó estudiando clásico, a los 14 formó su primer grupo de rock y poco tiempo después se inicio en el jazz tradicional con la Banda del Colegio Ward, aunque no le entusiasmaba el dixieland. Tras pasar por el Conservatorio Municipal se graduó en Jazz Composition en la famosa Berklee School of Music, la especialidad más expresiva que ofrece la escuela. Actualmente dirige su grupo Monos con Navajas, da clases y trabaja como sesionista, por ejemplo con los Ratones Paranoicos, con los que fue telonero de los Rolling Stones en River. E hizo el arreglo—como supo hacerlo durante años para Juan Carlos Baglietto— de uno de los éxitos del verano, Rescata mi Corazón, de Manuel Wirzt, en una onda swing con el marco de una orquesta formada por seis vientos locales al estilo Basie y que quizá, por salir de la masividad y ofrecer una alternativa distinta, hizo conocer algo jazzíztico a muchos jóvenes.
“Lo que más me interesa—dice Raffo—es rescatar la cuestión localista. Creo que el jazz es la música afroamericana por excelencia que tiene como cosa única la interacción en la improvisación, la gran conversación que se origina en un grupo, sea del solista con el ensamble o en la improvisación colectiva que lo llevó a su máxima expresión. Sobre este tipo de técnica busco incorporar el color nuestro, aquello de ‘pinta tu aldea y pintarás el mundo’ que, entiendo, sigue vigente. Veo que el jazz contemporáneo esta reciclendo el hard bop de los 60 y así lo ven quienes lo crearon, y percibo en los rappers de Quincy Jones, por ejemplo, una especie de continuidad histórica”.
Raffo define la música de Monos con Navajas: “Necesitamos tipos que se pongan a escuchar con un máximo de concentración, que sean espectadores participativos. Lo nuestro está a mitad de camino entre lo popular y lo erudito. Mucha gente que podría disfrutar de nuestra música va al Teatro Colón y no a Oliverio y viceversa”.
La meta personal para los ‘90 del Pollo Raffo es, sin descuidar los elementos típicos del jazz con el que maduró, tratar de desarrollar al máximo las exploraciones con la música argentina y latinoamericana, con aproximaciones a ritmos como el tango, el candombe y la chacarera, buscando fraseos en sus sintetizadores con timbres similares al del bandoneón o el acordeón. Finalmente acota que “como dijo el maestro Zawinul, los sintetizadores son herederos directos de esos instrumentos más que del piano acústico en sí. Por eso me quedo en la argentina, para buscar a través del jazz con este criterio localista; porque si no, estaría tocando como miles de tipos en Nueva York…” […]